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CARLOS ANN: 2052 por JUANJO ORDÁS


Yo creo que Carlos Ann no es un músico, sino un prestidigitador. Que sí, también es un músico, pero creedme, lo suyo es el mentalismo. Solo así se explica que haya sido capaz de llevar una existencia absolutamente underground e independiente desde hace venticinco años (que se dice pronto), solo así se explica que sea tantas cosas en una. Es el chulo de Entre lujos y otras miserias, el que se metió en Bushido, el que musicó a poetas, el loco de La nada, el cuerdo de Mapa mental, el aprendiz de demiurgo en El disco negro. Sí, amigos, todo en uno. Es el que hace canciones electrónicas, pero lo mismo que mexicanas o mediterráneas, es el que te pide que elijas una carta del mazo para luego sacártela de detrás de la oreja. Ay, cuidado con él, porque siempre gana. Así que mejor estar de su lado, ¿no?

Ahora viene con cinco nuevos trucos dentro del EP 2052, es decir, cinco nuevas canciones. ¿Por qué será así? ¿No ha podido contenerse? ¡Si su último disco es reciente! Si escucháis 2052, ninguna de estas respuestas será respondida. No, ni una. Pero quedará claro que estas cinco canciones tenían que llegar a vuestras manos porque forman parte de un número de magia que quema. Efectivamente, el 2052.

Mirad cómo son las cosas que empieza con “Entre las cinco y las mil” en modo punk, ¿pero punk de cuando? Esto no es de 1977, desde luego. Ni de hoy. Es parte del truco, es lo que os digo. Esto es un show. ¿Estamos ante punk del futuro? Pues lo mismo sí. “Desde septiembre” suena industrial, sucia, y aún así atrapa. Como un sueño romántico que puedes recordar. Mejor aún, como un sueño del futuro que aún no has tenido pero intuyes tendrás. ¿Es el amor posible en este mundo? ¿Puede trascender a ese sueño? Qué diablos, sabemos que sí. Que los sueños se hacen realidad. Con su título, “La causa y las motocicletas” ya desconcierta, suena a surrealismo, pero resulta que es postpunk y que da miedo. Entra la letra y da todavía más. La cosa es que al final seguro la acabáis tarareando. Y como esto va de prestidigitación (¡os lo dije!), ¿de qué otra manera se iba a titular la siguiente canción? Pues “El miedo entre nosotros”, lo que pasa es que esta infunde terror, sino… ¿melancolía melódica? Sí, aquí todo es posible. Y como culmen la propia “2052”, que parece que será la encargada de terminar de clavar la estaca pero no, es la más animada de todos, ¡pop optimista! Supongo que ya me habéis acabado de creer. A mí y a Carlos Ann también, a él y a todos los Carlos que encierra dentro de sí.

Al final, todas las canciones de 2052 podrían ser parte de un “Lo mejor de…”, ¿verdad? Si las has escuchado muy probablemente pienses lo mismo. Y eso solo puede ser magia. ¡Os lo dije!